Translate

domingo, 6 de octubre de 2013

Polaco de tan sólo 23 años muere en Sevilla con 30 kilos de peso

Esta noticia que llamó muchísimo la atención por que además apena a salido en la televisión,en Sevilla un joven polaco llamado Piotr Piskozub de solo 23 años murió,era un indigente,tenía problemas con el alcohol,falleció en un albergue municipal,con síntomas de desnutrición,estuvo ingresado en el Hospital Virgen Del Rocío,en el que le dieron el alta a pesar de su lamentable estado,no tenía a nadie que se ocupara de él.Desde este centro sanitario se requirió al Servicio de Emergencias Sociales,Este servicio municipal, en la madrugada del miércoles, lo trasladó al albergue de Perafán de Ribera, donde por la mañana se le atendió y se le dio de desayunar, pero posteriormente, a mediodía, se comprobó que había fallecido mientras descansaba en un sofá del centro.judicialmente, se ha abierto una investigación de oficio para aclarar las causas del fallecimiento,.
la comida que le daban los que se apiadaban de su cadavérico estado (galletas, un sándwich, leche, dos yogures) la tiraba, la regalaba a otros colegas de calle o la dejaba allí. Era como si ya no pudiera ingerir y asimilar alimentos (en el albergue le ofrecieron papilla de galletas y leche que apenas probó)..En la foto aparece con la novia, media 1,75 m Apenas podía ponerse en pie, destruido por el alcoholismo que padecía, que no era vicio sino enfermedad y consecuencia, quizás, de problemas personales para los que no tuvo terapia,Quienes lo vieron lo recuerdan como un cadáver andante. Desnutrido y deshidratado,Estaba en los huesos, como los judíos en Auschwitz,El Gobierno ya ha localizado a la familia en Polonia,El forense avanza que la causa última de la muerte de Piotr fue unabronconeumonía. Pero es obvio que eso sólo fue la puntilla. Piotr se dejó morir y a Piotr lo dejaron morirse, no el miércoles, cuando lo largaron del hospital, sino todos los días que pasaron desde que hace un año y medio o dos años se vino a Sevilla, tiempo en el que completó su destrucción sin que ni él ni nadie con capacidad para ello lo impidiera.Cuentan que las monedas que le daba la gente las gastaba en comprar vino, Una encargada recuerda que una de las últimas veces compró una botella de dos litros de vino Castillo de Velasco que vale 2,07 euros, y que se tambaleaba apoyándose en las estanterías, a punto de derrumbarse, no tanto porque estuviera borracho sino porque estaba sin fuerzas. Es una gran pena lo que a sucedido...




No hay comentarios:

Publicar un comentario